Morat: Cómo una Travesura en Clase de Música Desató un Fenómeno Mundial
¿Qué ocurre cuando una simple canción creada entre amigos en una clase de música se convierte en formar una banda global? Para muchos esto es un sueño de locos, una fantasía de niños; pero para Morat era el inicio. Adéntrate en el mundo de Morat, donde la infancia compartida y los lazos fraternales han tejido una historia única, trascendiendo la mera colaboración musical. En esta entrevista reveladora, los integrantes nos abren las puertas de su hermandad, explorando cómo dos décadas de amistad inquebrantable han moldeado su sonido distintivo, su proceso creativo y la forma en que enfrentan los desafíos de la industria, demostrando que la música, cuando nace del corazón de una familia elegida, puede alcanzar nuevas alturas.
FEATURE INTERVIEW:
Ustedes hacen música desde hace más de cinco años. Esto ya no es una banda, es una hermandad. Entonces, ¿cómo influye haber crecido juntos en la música que hacen hoy?
Simon Vargas Morales: OK, bueno. Bueno, Frida, primero gracias por la entrevista. Que agradezcas estar acá. Yo creo que hace una diferencia grande, sin duda es extraño porque llevamos tocando juntos mucho tiempo para la edad que tenemos. El promedio de edad está como en los 30, y sin embargo, llevamos tocando juntos casi 20 años, o sea, que es una cura. Entonces, sin duda creo que por un lado eso es una experiencia que no se puede improvisar, literalmente. Y también creo que hay una cosa, y es que como nosotros fuimos amigos antes que compañeros de banda, lo más básico y los valores fundamentales están muy alineados; estuvimos en el colegio junto a nuestras familias, son amigas. Creo que nos conocemos a profundidad, de tal manera que además creo que sortear los vaivenes de esta industria y este trabajo se hace un poquito más amable cuando uno tiene gente que lo valora y lo quiere por lo que uno es, ¿no? y que sabe quién uno es.
Juan Pablo Villamil: No, yo pienso también que, o sea, muy… ya como referente a lo que tú dices, como al momento de hacer música, creo que… a ver, ¿qué pasa? Creo que la composición es un espacio donde uno está muy expuesto personalmente, ¿no? Entonces, llegar a mostrar una canción es un espacio de cierta vulnerabilidad para quien la hace y yo creo que el hecho de ser o llevar tanto tiempo juntos ha hecho muy llevadero ese proceso durante muchos años, porque es muy fácil que, obviamente, en este como en todos los procesos creativos hay momentos donde uno está de acuerdo con alguien y momentos donde no, pero creo que el hecho de conocernos hace tanto tiempo hace más llevaderos los momentos donde no estamos de acuerdo, sobre todo cuando mostramos ideas. Creo que, mejor dicho, yo puedo entender por qué una banda que no se conoce hace tanto tiempo, de pronto podría tener roces mucho más profundos y difíciles de perdonar si no hay una transformación personal como la que nosotros tenemos.
Juan Pablo Isaza: Amén hermano.
Bueno chicos, eso me hace muy interesante, pero ¿cuál es la primera memoria, recuerdo que tienen de cuando se conocieron?
Simon: Creo que… o sea, te lo pongo así, mi primer recuerdo de uno de ellos, dejando de lado a Martín, que es mi hermano, es a los cinco años, el primer día de colegio sentado en una mesa al lado de Juan Pablo Villamil.
Juan Pablo: Sí, yo creo que todos teníamos muchos recuerdos de todos, o sea… Creo que no, o sea, con Simón, como dice, cuando estábamos en kinder y transición, iba a su casa a jugar, ahí conocí a Martín. E Isaza y yo íbamos en el mismo bus del colegio… muchas cosas en común nacieron muy pronto en todas nuestras relaciones.
Cuándo fue el momento en el que dijeron “ah esto ya no es un hobby, esto ya es mi carrera, voy a hacer esto por el resto de mi vida”?
Isaza: Qué buena pregunta, la verdad. Honestamente no lo tengo tan identificado, pero creo que pueden ser las primeras veces que tocamos juntos, y ver la reacción de poquita gente, pero ver una reacción muy positiva. Creo que ahí es cuando nos empieza a confundir y nos empieza a decir, ¿será que esto es lo nuestro?
Villamil: Yo tengo un recuerdo que para mí fue… de hecho, pasó varias veces, pero esa situación para mí fue muy diciente de cómo eso estaba moldeando nuestras vidas y eran reuniones con nuestros papás de lo que estaba pasando con nosotros. En el momento en que nuestros papás entraron (y nunca fueron sobreprotectores, ni mucho menos), sino simplemente ya la cosa estaba funcionando tanto y había tantas cosas pasando que dijimos: “Mierda, rodémonos lo mejor posible y hablemos con nuestras familias, a ver qué nos inventamos y cómo nos pueden apoyar y qué podemos hacer para que esto salga adelante lo mejor posible”, pero creo que haber tenido nuestras familias yo creo que ya era un síntoma muy temprano y muy serio.
Simon: Una cosa, y es que parte de lo que está sucediendo en ese momento es que la opción de la música se estaba convirtiendo en no poder ir a la universidad también, que era una de las cosas que como que nosotros digamos nunca, nunca nos dijeron que no podíamos hacer nada, como que siempre estuvieron apoyándose a nuestras familias, pero siempre hubo una… siempre fue obvio para todos que íbamos a la universidad mientras que estábamos trabajando en Morat, o sea, hasta que se pudiera o nos quedó, dábamos lo que fuera. Entonces, hubo el momento en el que ya eso no era tan compatible, que fue también cuando tocó sentarse, como: “Bueno, esto ya requiere un poco más de tiempo, tal vez por ahí”.
¿Cuál es el primer recuerdo que tienen de cuando hicieron su primera canción juntos?
Villamil: El recuerdo que tengo, me acuerdo que fue en el módulo de escuela media, en una clase de música, nos sentamos a hacer una canción y, obviamente, esa no era la tarea de la clase de música.
La música es un proceso súper terapéutico. ¿Cuál ha sido esa canción que ustedes consideran que ha sido la más terapéutica?
Isaza: En mi cabeza hay una que se llama “Punto y aparte”, que es muy personal y como que justo fue eso para mí como súper terapéutica.
Simon: Yo una de las que escribí hace poquito en el campo, diría yo. SPOILER ALERT SE VIENE ROLAZAA.
Martín: Yo en un momento me relacioné mucho con “Yo no merezco volver” de una manera muy horrible.
Villamil: Yo siento que estoy en una etapa en donde estoy volviendo a vivir todas las canciones de una manera diferente y eso ha sido muy impresionante para mí porque conforme va pasando la vida, uno se va enfrentando a diferentes situaciones, y ya para este punto en donde llevamos diez años de carrera y diez años de canciones, mi vida ha dado vueltas y creo que me ha hecho ver todas esas canciones que hicimos atrás y vivir de una manera completamente distinta.
Leí que en sus inicios ustedes cargaban sus equipos, montaban sus sillas en su propio escenario y propio sonido y todo. ¿Cómo moldeaban estos shows y estarían dispuestos a hacer como por nostalgia, un show acústico en Bogotá o old style?
Isaza: Bueno, la segunda parte de la nota, 100% sí. Hace poquito estuvimos tocando en un bar en Miami, como digo, a live fue madre. Y fue una experiencia increíble, o sea, nos hacía mucha falta tocar en ese tipo de formato y al final, creo que el formato de bandas se nutre mucho de este tipo de ambientes. Y la primera parte de la pregunta nos importaba mucho, yo creo que era muy bonito porque siempre estuvimos muy interesados en hacer un buen show, independientemente de la cantidad de producción que tuviéramos y, obviamente, acorde al conocimiento y la experiencia que teníamos en ese momento, pero siempre procurábamos que el orden de las canciones fuera el adecuado.
Villamil: Sí, bueno, eso es un momento que en retrospectiva nos da un poquito de cringe. Pero sí empezábamos un show parados en las mesas del sitio en el que estábamos.
Isaza: Pero eso que dicen de que para uno romperla, como que se necesita un poquito de delirio, yo creo que eso es muy cierto. En ese momento nosotros nos jurábamos que éramos rock stars, y éramos nada. Éramos los objetivos en el papel por completo. Sí, pero yo creo que eso toca. Eso premia.
Simon: “Fake it till you make it.” Literal.
¿Y cómo se sintieron la primera vez que llenaron un show? O sea, porque pasaron de cantar encima de unas mesas a llenar auditorios, ¿cuál fue?
Isaza: Una responsabilidad muy grande, como los primeros nervios, muy potentes. Me acuerdo de haberlo sentido en el Plaza Condesa, en la Ciudad de México, cuando llenamos por primera vez en México un concierto nuestro y sí me acuerdo como estar muy emocionado, pero en un tiempo como que esto se puso serio.
Simon: Además, yo ahí le agrego una cosa, y es que el proceso de crecimiento de la banda… Digamos que nosotros tocamos en bares en Bogotá, luego nos fuimos a España a trabajar, y en España igual el proceso fue paulatino, o sea, acabamos giras de radio tocando en bares, etcétera, y fue creciendo y creció rápido, pero digamos que empezamos desde los bares y demás allá también, pero cuando llegamos a México no, cuando llegamos a México sí fue como boom plaza condesa.
Villamil: Nuestro primer show por fuera de Colombia fue en México, eso era susto muy bravo, porque era la primera vez que salíamos del país. Nosotros habíamos hecho nuestras cosas en Colombia, pero esto era un show que nos habían pagado en otros países, era una responsabilidad intensamente grande y además íbamos con un equipo técnico supremamente limitado, eran literalmente creo que una o dos personas las que nos acompañaban en total y yo estaba bien nervioso la verdad.
¿Y tienen ustedes algún tipo de ritual antes de ir a un show?
Martín: Yo creo que procuramos tomárlo con mucha calma. Es real que tenemos como 30 minutos sagrados antes del concierto. Nos quedamos los seis en el camerino, con las otras dos personas que te ven con nosotros y repasamos todo el show y estamos juntos, unos calientan la voz, otros se estiran, pero lo que más intentamos es que se sienta como un parche de amigos y con esa misma energía salir al escenario, como que tampoco hay tanta parafernalia. El ritual es un poco más tranquilo, procuramos que se sienta más un grupo de amigos, realmente.
Y ustedes se conocen tanto y pasan tanto tiempo juntos, ¿hay algunos hábitos extraños que tengan, o sea, un hábito que tú consideras extraño del otro?
Martín: Isaza calienta la voz mucho, pero ya de tanto calentar la tiene como en momentos donde él no se da cuenta, pero no está en un avión y suena por allá atrás.
Isaza: (bromea) Martín se saca los mocos.
Martín: Villa se rasca la garganta y Martín se queda dormido, jaja.
Y siendo cuatro personas ¿cómo balancean esta esencia de Morat?
Isaza: Creo que justo la amistad nos ha dejado que esa parte en particular se dé de una manera natural y creo que eso es de lo que más valoro en nuestra banda, que justo hay conversaciones de pronto muy incómodas en otros proyectos (que todos los proyectos hay que tener), pero creo que en nuestro caso los roles se han gestado de manera muy orgánica y eso es muy bonito.
Ahorita, ¿cuál es el siguiente paso de Morat?
Martín: Bueno, nosotros acabamos de sacar nuestro quinto disco que se llama Ya Es Mañana, y creo que este es un año de gira, sin duda. Estamos en la mitad de una gira que se llama Asuntos Pendientes. Ya estamos pensando en el siguiente disco, de hecho hoy estábamos en una sesión de escucha oyendo como 30 canciones que ya hemos escrito para ese próximo disco. Entonces yo diría que este es el año de La Gira de Asuntos Pendientes, el año de Ya es Mañana y probablemente este año encontramos el espacio para grabar el siguiente disco.
Para finalizar, ¿qué mensaje le darían a los chicos de Morat del pasado que están empezando y qué mensaje le darían a la gente que ahorita está buscando meterse en la música?
Morat: Bueno, lo primero, creo que algo que le diría a nosotros del pasado es vivan lo mismo, pero con menos emociones que los alejen de divertirse, o sea, con menos miedo, y creo que eso aplica también a hacer el futuro: vivir con menos emociones, con menos pesos, eso sería como un mensaje.
Y para las personas que están haciendo música, pues es un consejo… el único consejo que damos, porque sentimos que dar consejos es complejo o son explicaciones. Sentimos que mucha gente no se ha lanzado a escribir canciones, y creemos que ahí es donde hoy en día está el futuro de cualquier carrera: encontrar literalmente la manera en la que uno mejor se expresa a través de una canción.
TEAM CREDITS:
Editor-in-Chief: Prince Chenoa
Feature Editor: Taylor Winter Wilson (@taylorwinter)
Writer: Frida Garcia D’Adda (@fridadda_)
Photographer: Mario Alzate (@marioalzatee)
Wardrobe: The Room Concept Store (@theroomconceptstore)
Assistant Wardrobe Stylist: Jean Pierre Godineaux (@jpodineaux)